¿Cuándo habla Dios?

 A veces nos desenfocamos, a veces olvidamos lo esencial o creo que solo nos distraemos (o nos hacemos los locos). Cada pequeño esfuerzo, cada pequeña decisión que podamos tomar o dejar de tomar, buena o mala (debemos de tratar de nunca tener a medias, Apocalipsis 3:15-16) nos afectara a nuestra meta final de acercarnos más a Dios, de parecernos más a Él y emular a Jesus cuando estuvo en la tierra.

Esta mañana como todas las mañanas, Dios me hablo; la única diferencia fue que hoy si decidí escucharlo. Sin duda El nos tiene cosas que decir entre sueños, o desde que abrimos los ojos y depende mucho de que tenemos como prioridad en nuestra mente y corazón el abrir el canal de escucha con El. Como les había comentado, soy un aficionado al fitness y normalmente en lo que le doy a snooze a mi alarma y mi cuerpo decide soltar las sabanas, me pongo a revisar las redes sociales especialmente las personas que ponen frases motivacionales y cosas de ese tipo para terminar de auto-motivarme a levantarme. Hoy me paso que Dios decidió darme una galleta o como le dije a Marvy un “pescozón” de recordatorio de donde tengo los pies puestos o a donde tengo que mirar.

Sentí como me decía que si así es que pretendo levantarme todas mis mañanas, en vez de aprovechar esos 2-5 minutos de pereza para orar, o leer la lectura del día o alguna reflexión que me ayude a nutrirme e iniciar sintonizado y con mi meta de vida que es ir al cielo sin pasar por GO (purgatorio) / Santidad. Fue como dicen los gringos un “eye opener” e inmediatamente cerré la aplicación y abrí mi correo donde llegan unas reflexiones que siempre veo interesantes y que a veces por el ajetreo del día, olvido revisarlas pero que siempre le saco un provecho o enseñanza especial. Hoy por ejemplo, me gusto mucho la siguiente frase y la compartí con mis grupos cristianos:

 «Hay que saber entregarse, arder delante de Dios como esa luz, que se pone sobre el candelero, para iluminar a los hombres que andan en tinieblas; como esas lamparillas que se queman junto al altar, y se consumen alumbrando hasta gastarse. (San Josemaría Escrivá, Forja, n. 44.)»

Miren que bonito, y que bien pude aprovechar ese tiempo (y que tremenda enseñanza). Fue mucho más productivo y mas motivador que cualquier cosa que hubiese podido encontrar en mis followers fisi-culturistas, fitness freaks y alimentaciones saludables que tanto le doy seguimiento. No solo eso, pude compartir una enseñanza con mis amigos y conocidos que ciertamente no todos darán retroalimentación o les hará caso, (pero en esto no estamos para ver o recibir un premio, sino que pensar que hicimos lo que teníamos que hacer para y por Jesus) pero ciertamente, Dios hará en sus corazones a través de lo que hagas con total sinceridad y amor para El.

Esto debe ser suficiente “merito” (ojo, no es nuestro fin el esperar nada) para seguir haciéndolo y recordar que es El siempre que hará la obra en los corazones y nosotros solo somos simples instrumentos de Él, y que está en nuestras manos el ser su arma de uso constante o ser solo unos instrumentos que se quedan guardados esperando la “gran predica” o el “gran concierto” o el momento “ideal” para ser usados.

 No hay duda que dependiendo de nuestra disposición propia, Dios hará cosas grandes para su gloria pero definitivo siendo haraganes, soñadores irrealistas, solo pensando en el futuro, en el “aun no es mi momento” y en lo que el mundo ve como “grande” o “importante”, nos quedaremos viviendo una Fe a medias; seremos cristianos de banco. Si eso es lo que quieres para ti, mal por ti.

Te recomiendo o sugiero que en oración, revises tus prioridades y tus metas de corto, mediano y largo plazo. Yo lo hago todos los días, porque sé que soy apenas un carbón que quiere llegar a ser como un diamante precioso para el Señor. Dios quiere personas que su corazón arda por su evangelio, por seguirle. Que amen a su madre, nuestra santísima Maria, tanto como lo amamos a El porqué al final, eso te ayudara a parecerte más a Jesus. Que hagan lo imposible para dejar los malos hábitos y las malas compañías. Una entrega diaria es lo que El quiere de ti. Que tus manos estén siempre abiertas y dispuestas a recibir más, porque lo que El ya te dio para que lo dieras hacia delante, ya lo entregaste y estas buscando mas. Que nunca te sacies sino que siempre estés sediento de más.

En este escrito quiero concluir invitándote tú que lees esto (igual como lo hago yo en este preciso momento) a que revises tus prioridades, a como estas manejando tus acciones diarias en la vida cotidiana. No tienes que irte muy a lo “profundo”, solo te pido que en oración en presencia de Jesus y la Virgen, busques de qué forma puedes, en pequeñas acciones y entregas, buscar de Dios desde que abras los ojos en las mañanas. Que tu pensamiento primero sea Jesus y luego Jesus. Que te preguntes como le puedes agradar mas o mejor. Estoy seguro y te doy testimonio de esto, es que sin duda pasaras un día más feliz, y respiraras a Jesus en cada paso que des. Que nuestra señora y Jesus te den fuerzas para lograrlo.      

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trabajo Final Aplicado a una Empresa del Master

All my professional Titles / Todos mis títulos profesionales

Magister Univertario: MBA in International Management