Metas y ser cristiano.
Nos
planteamos metas, sueños, anhelos…tenemos muchas cosas en nuestro mente y en
nuestro corazón. Quiero acabar mi universidad, quiero ser mejor hijo, quiero
conocer la mujer de mi vida y en un futuro casarme, viajar por el mundo, muchos
decimos la famosa frase de que “queremos ser feliz”. Siendo cristiano o no
cristiano o hasta un hateo, quiere serlo, buscar un fin en su vida, porque si
no, ¿de que vale vivir sin sentido alguno? Realmente una vida vacía y sin
sentido, no es vida.
Pero
en este caso, hablo de tu y yo, que somos amantes de Jesus, que le rezamos a la
virgen con ganas cuando estamos en apuros o necesitamos un empujoncito a que
nuestras oraciones lleguen directo a Jesus (y obvio, en las apruebe). Por eso
pienso y siento que tu fin y tu anhelos, tu sueño con el que debes de
levantarte cada día, es el de buscar por cualquier medio posible llegar al
cielo o mejor dicho salvarte.
Que
tu corazón arda por el evangelio, que no te pierdas una misa, que no dejes
escapar un pecadillo menor, que quieras estar limpio de pecado mortal siempre o
sino, que el dolor te mueva a no esperar ni un solo día en reconciliarte con
nuestro Señor.
Estas
si son metas difíciles, estas si son complicadas y que se ponen mil trabas y
barreras para que te desvíes de ese fin que buscas o que deberías de buscar.
Solo
te digo que no estás solo y de que cuentas con Dios, Jesus, el espíritu Santo,
nuestra Señora y la comunidad de los santos.
¿Qué
esperas en cambiar tus prioridades? Al final, para eso fuiste creado…para ser
caritativo, tanto así como lo fue Jesus y que al final tu “resurrección” sea,
llegar al cielo.
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